Carta Para Una Amiga Del Colegio

Carta a Mis Amigas del Colegio

Por Brownie — Tecleando Apuntes

Esta carta se las dedico con un cariño inmenso. Les escribo porque no se imaginan cuantas veces me llegan memorias de la niñez, adolescencia y medio adultéz con ustedes, así nos hayamos ido por caminos diferentes al graduarnos.

Mis memorias de chiquita y las fotos que me quedaron de primaria y bachillerato son tesoritos que me llenan de alegría. Y más ahora que empiezan a desaparecer los albumes de fotos porque ya todo es digital! Tiempos aquellos!

En bachillerato si que afianzamos nuestra amistad, a todas y cada una le doy gracias, porque con ustedes crecí y conocí verdaderamente el significado de la amistad.

Hoy estamos pasando por otra faceta de la vida, pero nos podemos conectar tan fácilmente como si hubiéramos hablado ayer, pero en realidad hayan pasado meses. Eso me encanta.
Cuando salimos del nido éramos todavía unas muchachitas llenas de sueños y metas por realizar, así nos sintiéramos muy grandes! Pienso que se nos han realizado esos deseos, puede que en diferentes formas a lo imaginado inicialmente, y puede que queden algunos por cumplir, pero me alegra mucho saber que todas están bien y rodeadas de gente linda que las quiere.
Unas salimos no solo del nido pero también de nuestro adorado país, pero nos trajimos con nosotras las memorias, lo aprendido y las buenas experiencias que tuvimos juntas.
Cuantas travesuras (todas muy sanas) porque si nos comparamos con las generaciones de ahora, éramos unos angelitos y no les llegamos ni a los tobillos en picardías. Nos tocó la Barbie, y los reinados de la misma, nos tocó el nintendo y creo que me gané el premio de la más adicta, porque hasta que no coronara el último castillo no iba a descansar. Además como yo era la mas tímida de todas, lo acepto, nada mejor que refugiarme en el mundo de Mario y Luigi, mientras mis amigas hacían visita de sala con los pretendientes de la época. Yo era la niña diferente.
Todas se deben acordar muy bien que de lo tímida era torpe socialmente y no le daba ni la hora a los muchachos que expresaban algún interés en mi, que chucha era! Pero bueno, gracias a Dios esa etapa si la pude superar! Pero no lo hice hasta que salimos del ambiente sumiso que nos trataron de inculcar las monjas del colegio, tema de conversación polémico y que genera controversia cada que hablamos de aquellas épocas de colegialas.

Colegio Católico de Monjas!
A nosotras nos tocó el recreo (o descansos) en el patio de piedra!

Pero sigo recordando los buenos momentos, que son los mas gratos: las idas a cinematics los viernes por la tarde, con rematada en la lucerna (fijo, ese era el plan fresa y la milhoja volaba bajito). En el cinematics teníamos el vicio de ser maldadosas y de echarle las crispetas dentro del vaso de coca cola a la que se descuidara, como daba de piedra! y como los vasos no tenían esas tapas desechables que se usan hoy con el pitillo pues nos tocaba tapar la coca cola con la mano y tratar de ver la película para seguirle el hilo sin distracciones ni regueros.

Me acuerdo cuando fui con una de ustedes a vernos Titanic, y las dos salimos llorando, pero ay que no nos fueran a ver porque que oso tan peludo. Todavía me pasa de grande, y soy de las que chillo en las películas… que cursi, pero así soy, y lo mejor ya ni me da pena que me vean.

Pañuelo delight!

En la universidad me acuerdo que fui a cine con mi primo y sus amigos (que eran mayores que yo) y justo nos vimos Braveheart (Corazon Valiente), salí como pepa de guama corriendo al baño porque no podía contener el llanto, que boleta! Ustedes me tendrán que contar como les va ahora con eso… pero de pronto también se les sale su lagrimita.

Yo creo que lloró más de una en esta escena …

También me acuerdo de las idas al Circo, a la Ciudad de Hierro o Rueda, Atreyu y Falcon, Hi Kitty, Los Canti Cuentos, Menudo, los paseos a fincas, las misas del cole, los quinces, los novios (de ustedes porque yo fui lenta, jajaja), los hombres 1000, las pedidas de permiso, las izadas de bandera, el patio de piedra, la cafeteria del cole y sus arepas que tocaba correr porque si no se acababan, las estudiadas en mi casa y el Chocolisto con arepa, en fin… la cultura del maíz se vivió y se vive!
Como hay mucha tela que cortar, voy a terminar la carta aquí… por ahora!
Recuerden que las quiero mucho y las llevo en mi corazón!
xoxo
Brownie